EN SAN MIGUEL DEL MONTE – PROVINCIA DE BS. AS.

A 107 kilómetros de Buenos Aires, sobre la margen izquierda del Río Salado, se encuentra la ciudad de San Miguel del Monte, cabecera del partido homónimo.

También conocida simplemente como Monte, es una de las ciudades más antiguas de la Provincia de Buenos Aires, siendo fundada el 24 de octubre de 1864.

Desde 1997 la ciudad cuenta con un monumento dedicado a la memoria de Carlos Gardel, consistente en un muy bien logrado busto del máximo cantor.

La obra es de autoría del escultor Eduardo Migo, nacido en La Plata el 27 de agosto de 1945 y que hasta el presente contabiliza un total de treinta y siete monumentos emplazados en espacios públicos.

Eduardo Migo tiene su propio sitio en Intenet http://www.eduardomigo.com.ar/ de la cual sintetizo parte de la misma.


Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, donde luego fuera profesor de Artes Plásticas con especialización en escultura e investigador sobre técnicas y normas de restauración.

Desde el año 1974, expone sus trabajos en muestras individuales y colectivas, habiendo realizado hasta la fecha ciento cincuenta y ocho exposiciones en galerías comerciales de arte, centros culturales y museos.

Ha obtenido el primer premio en el "Salón Nacional de Escultura para la Medicina" y otro de la "Agremiación Médica de La Plata".

También cumple funciones de perito, designado por el Juzgado Provincial de Buenos Aires para efectuar diagnósticos de obras escultóricas dañadas.

Posteriormente el municipio de San Miguel del Monte, anunciaba en su página Web, más precisamente en el enlace http://www.monte.gov.ar/municipio/historial.html que con motivo de cumplirse 199 años de la Revolución de Mayo, el domingo 24 de mayo de 2009, se inauguró en la Plaza Virrey Vértiz, el busto a Carlos Gardel, ideado y construido por nuestro vecino Wilson Rizzolli, acompañando el artículo con la siguiente fotografía.


En realidad se trata del mismo busto realizado por el escultor Eduardo Migo, limitándose la obra de Wilson Rizzolli a complementar el mismo con la serie de ladrillos a la vista, donde se apoya la guitarra que acompaña al querido cantor y los trabajos de pintura.