La intersección de las avenidas Juan Bautista Alberdi y Escalada, y las calles Donizetti y Bruix, en el límite entre los barrios porteños de Mataderos y Floresta, es conocida como las “Siete Esquinas”.
Allí, con dirección en Juan Bautista Alberdi 4899, funcionaba desde 1893 el “Café Aragón”, que a pesar que fuera declarado como “Bar Notable”, ya pasó a ser un recuerdo de la vieja Buenos Aires.
Con los clásicos lemas “Bar – Billares”, “Dominó”, su fachada estaba pintada y hermoseada con filetes, letras de tangos, poemas, un tranvía, el farolito, un buzón, tradicionales publicidades antiguas, y como no podía ser de otro manera, nuestro querido Carlos Gardel.
Sobre la puerta principal, debajo del cartel luminoso y encima de las cintas con los colores de España y Argentina, estaba pintada la fecha de fundación en números arábigos y romanos, y entre ambas los versos “De chiquilín te miraba de afuera”, del tango “Cafetín de Buenos Aires, de Enrique Santos Discépolo.
El tranvía de la línea 40, ya no recorrerá más el trayecto entre “Primera Junta - “Nueva Chicago”.
La historia del local fue resumida en la siguiente placa, justo en la calle Donizetti 599.
El buzón y el farolito, propagandas antiguas, y entre ambos un poema.
Basado en los versos del poema “Buenos Aires”, del inolvidable Héctor Gagliardi, que pueden escucharse, recitados por el propio autor en, http://www.youtube.com/watch?v=_FTxtvARM4k
En algunas de las imágenes anteriores hemos estado viendo a Carlos Gardel, señalándolo en rojo. Ahora pasaremos a observarlo más de cerca.
Y en una ampliación donde no se diluye su imagen.
Está ubicado debajo de la esquina “José Aragón”, nombre del primer propietario del café, y encima del poema de Francisco Caparelli, “Café de barrio”.
Es que en realidad, el “Aragón”, era uno de los típicos cafés de barrio, aquellos donde los vecinos se reunían para charlar, leer el diario, jugar al billar, al dominó, al truco, al codillo, al mus, en fin costumbres que el tiempo fue cambiando.
Muy buena información sobre el “Café Aragón”, encontramos en el sitio: http://ellocaldemataderos.blogspot.com/:
Sus paredes estaban cubiertas por las huellas del tiempo: afuera, sobre la calle Donizetti se afirmaba “esquina José Aragón” y en el interior convivían iconos tan disimiles como la figura de Gardel fileteada, y las publicidades de marcas de otros tiempos, como Vascolet, calentadores Primus, o Almidón Collman. El café se encontraba dividido: hacia Alberdi y Donizzetti estaba el sector de la cafetería, y sobre Escalada estaba la sala de juegos en donde se podía jugar al truco, al billar, al dominó.
El Aragón era un café de barrio, y era habitual que los vecinos de un lado y del otro asistieran a juntarse, a leer, a jugar, o solo a tomarse un cortado. Por allí pasaron figuras del tango como Alberto Castillo, Alberto La Cueva, y de la cultura, como el estimado escritor e historiador de Mataderos, Ofelio Vecchio o, el también escritor y Presidente de la Academia Porteña del Lunfardo, José Gobello.
Aragón, no solo fue un café que retrataba la música y la poesía en sus paredes, como en el caso del poema de Francisco Caparelli “Café de barrio/con calor de trato diario”, para que todos las pudieran disfrutar, sino que también fue un café cantado por la voz del tango, con su tema especialmente dedicado y que llevara su nombre en el titulo, “Café Aragón” escrito por Enrique Bugatti con música de Ángel Cabral y cantado por Carlitos Acuña en donde se reafirma la patria barrial del Aragón: “Refugio de la fauna cotidiana, igual que tu barrio, Mataderos”.
Enrique Bugatti nos cuenta del pasado arrabalero del Café: es donde Alberto Castillo empieza a cantar sus primeros tangos, es lugar de disputas, en esa esquina es donde balean al legendario “Pibe Cabeza” y donde habrían matado a un diputado peronista durante el primer gobierno de Perón, es el café de los números de varieté, es el lugar de paso y descanso de los reseros del matadero.
En su ultima estrofa y, como un presagio, el tango “Café Aragón” canta “Si el Progreso negó sin compasión con plástico y neón a tu pasado, igual vuelven los duendes que acodados escabian junto a vos, Viejo Aragón”.
Hoy día el “Café Aragón” ya no existe más. Poco antes de finalizar el año 2010, fue ofrecido en alquiler, con el agregado de “apto todo destino”.
De nada sirvió que fuera declarado “bar notable”, uno de los rótulos con el cual nos tienen acostumbrados los funcionarios para hacernos suponer que por su valor histórico y cultural, antigüedad, diseño arquitectónico, o relevancia, serán asistidos de alguna manera para seguir en funcionamiento, y ya sea por la falta de clientes, nuevos horizontes comerciales, u otro motivo, los propietarios terminan bajando las persianas del local.
En 1998, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 35/98 que dispuso la creación de la “Comisión de Protección, Promoción de Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables”, cuyos objetivos eran proponer proyectos de conservación, rehabilitación, restauración edilicia y mobiliaria, promover la participación de los locales en actividades culturales y turísticas.
Pero como dinero para estos fines no hay, las actividades culturales como presentaciones de libros, conferencias, conciertos y espectáculos de tango no se organizan, ni existe el menor interés por parte de la Municipalidad de adquirir los comercios, finalmente el “bar notable” cerró sus puertas.
En el caso del “Café Aragón”, el local fue alquilado por una farmacia, que debido a su actividad, eliminó todos los murales exteriores, como así también el interior del negocio.
1 comentario:
Gracias por este trabajo. Soy Portela, el sábado toqué en "Glorias Argentinas", el mítico club de Mataderos y antes de tocar cafetín de Buenos Aires me referí al Café Aragón. Siento una deuda grande por no haber hecho más y no participar más en impedir el cierre. Dejo mi contacto para estar comunicados en actos de conservación de nuestro patrimonio cultural y espiritual.
http://portelatango.blogspot.com.ar/
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