Fundado el 15 de mayo de 1902 por Antonio María Quintero, Luis Jaramillo y Claudio Rivera, entre otros, Pijao se constituyó en 1926 en municipio del departamento del Quindío, distante 32 kilómetros de Armenia, la ciudad capital de dicho departamento
Debe su nombre a los pueblos amerindios de Tolima, que no cubrían sus genitales y pintaban sus cuerpos con el tinte de bija, por lo cual los conquistadores españoles les llamaron bijaos y luego despectivamente pijaos.
Según publicara el diario “El Tiempo” el 12 de julio de 2008, bajo el título “Pijao, en Quindío, quiere ganarse el título de Municipio sin Prisa”, podemos resumir lo siguiente:
El movimiento, llamado Città Slow, creado en Italia en 1999 por Paolo Saturnini, alcalde de Greve in Chianti tiene como principal objetivo promover la vida sosegada, sin tensiones ni apuros. Le pertenecen 100 municipios de Europa y Asia, donde se protege el trato humano, la gastronomía tradicional y la calidad de vida por encima del desarrollo urbanístico, para lo cual Pijao se dedicó durante cinco años a arreglar sus fachadas, a sembrar plantas, a mejorar la recolección de basuras y a bajarle al ruido, para atraer a grupos de turistas de todo el mundo. Y así, mientras transcurre la vida cotidiana de Pijao, habitantes como Gonzalo Toro, dueño del bar Los Recuerdos; Martha Lucía Rodríguez, vendedora de minutos; Jairo Cuéllar, caficultor orgánico, y Daniel Trujillo, artesano, entre otros, trabajan para que lleguen visitantes de muchas partes del mundo, eso sí, en pequeños grupos, para tener el gusto de disfrutar de su tranquila compañía. Flórez Mónica Flórez, gestora del proyecto, que llegó el jueves de Italia, afirmó que el director de Città Slow, Giorgio Olinetti, le dijo que Pijao cumple los requisitos más importantes para llegar a ser una Ciudad Sin Prisa. Lo único que hace falta para recibir la certificación es llenar unos formularios. El trámite puede durar entre uno y tres meses, señaló. Luis Alberto Gómez, el alcalde de Pijao.
Y precisamente en el citado bar “Los recuerdos”, considerado como el mejor bar del municipio, es donde nos encontramos con la presencia de Carlos Gardel.
Entrando al bar, la vista que se observa hacia el exterior del mismo es espectacular.
Aclaramos la imagen, y mientras los parroquianos miran la televisión, notamos que las paredes y el techo están cubiertas por fotografías, una de ellas corresponde a Gardel.
Avanzamos un poco y otra imagen de Gardel puede verse en el techo.
Acá la vemos más de cerca.
Al lado de la colombiana Shakira en sus comienzos.
Y el cantante puertorriqueño Héctor Lavoe.
Aunque vale aclarar que la imagen de Gardel está al revés, y que fue utilizada para promocionar el filme “Melodía de arrabal” y no “Cuesta abajo”, que a su vez no es de 1933 sino de 1934, como indica la foto.
Ya frente al mostrador, encontramos otras tres imágenes del “Morocho”.
Que seguidamente vemos más de cerca.
Y una cuarta fotografía que no aparecía en las imágenes anteriores.
Y que volvemos a ver en la siguiente imagen.
Ahora sí podemos observar las cuatro imágenes de Gardel, aunque en una de ellas, -la que está junto a Ignacio Corsini-, aparece semicubierto por el ventilador de techo.
Arriba de ellas, un poco hacia la derecha, en el techo del bar, nos encontramos con otra fotografía del “Zorzal Criollo”. En este caso lo han ubicado al lado de dos fotografías de la inolvidable Marilyn Monroe.
Que seguidamente vemos más de cerca.
Como el bar “Los recuerdos” es en forma de “L”, nos queda por ver la parte más interna del local, en la cual como no podía de ser de otra manera, hay una última imagen de Carlos Gardel.
Como la figura central y destacada, acompañado por otros artistas del tango argentino, tal cual lo simboliza la cinta con los colores patrios.
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