“Gardel en Llamas” es la obra pionera del Pop Art en Colombia, realizada en acrílico sobre tela de 1.20 x 1.20 metros por la artista plástica Dora Ramírez.
La pintura muestra a Gardel simbolizando el recuerdo de su desaparición física en Medellín, pero no envuelto en llamas como se suele expresar, sino representándolo vivo entregando su arte a pesar del fuego del accidente de aviación.
Fue realizada en la década de los 70, siendo la primera obra de Dora Ramírez de la serie “Mitos”, a la que le seguirían, Simón Bolívar, María Félix, Marlene Dietrich, Rodolfo Valentino, Pola Negri y Manuela Sáenz, entre otros.
Dora Ramírez nació en Medellín en 1923, estudiando Artes Plásticas en el Instituto de Bellas Artes, la Universidad de Antioquia y la Universidad Pontificia Bolivariana, de Medellín.
Su obra se ha presentado en más de ochenta exposiciones, entre individuales y colectivas, en importantes salas de París, Nueva York, Washington, Bruselas, Hamburgo, Miami, México, San Juan de Puerto Rico, Curacao, Medellín, Bogotá y Cali, entre otras.
Fue ganadora, en 1961, del Primer Premio Dibujo Artes Plásticas en Medellín, y en 1965 del Premio Nacional de Artes Plásticas “Fabricato”, obteniendo también una beca como “artista en residencia”, en Boston Massachussetts, en 1980.
Ha dirigido la ejecución de varios murales, en Medellín, desarrollando una profusa labor de gestión cultural en su ciudad, a través de cuatro decenios, y la sala de exposiciones de la Universidad Autónoma Latinoamericana, de Medellín, lleva el nombre de “Dora Ramírez”.
Ha recibido diversas condecoraciones. Su obra está presente en numerosos museos y colecciones sobresalientes de Colombia, Estados Unidos y otros países, y ha sido comentada en importantes publicaciones del mundo.
El haber elegido a Carlos Gardel como su primera obra de la serie “Mitos” tiene su explicación. Desde pequeña Dora Ramírez dibujaba y pintaba en su casa, y desde los diez años bailaba tango, al cual lo define como lo más sublime, lo cual la ha llevado recientemente a decir: “quiero seguir en el baile hasta que Dios me dé fuerzas, que la muerte me coja bailando”.
Observando sus pinturas, se observa la profusión de colores, pues ella siente y adora el color, tal cual expresara con las siguientes palabras: “Para mí el color es una emoción. Yo estudié seis años de Arte y había tenido antes otros maestros, pero el color yo no lo aplico por la teoría que conozco, sino por impulso. Por ejemplo, cuando pinté el Valentino, que está en el Museo de Antioquia, yo decía si no pongo este amarillo aquí me reviento. Se lo puse y quedó de lo más bueno, porque las cosas que uno siente salen. No es por la teoría del color, el color lo siente uno”.
Sin embargo podemos notar que el rostro de Gardel es blanco, al igual que los demás personajes de sus trabajos, lo cual es también explicado por ella misma: “Es para tratar de llegar al alma de la persona. Si uno empieza a poner sombras y rosados se pierde cierta cosa espiritual, llegar al alma de la persona, que es a lo que yo pretendo llegar cuando pinto un retrato”.
Sergio Esteban Vélez(1) le preguntó si a través de su famosa serie de los “Mitos”. ¿Ha pretendido, realmente, ensalzar a estas luminarias o ha sido su intención, como los artistas del Pop Norteamericano, hacer una denuncia al consumismo y a la superficialidad?
A lo cual Dora Ramírez respondió: Esa denuncia la mantengo yo muy viva, pero nunca me he propuesto transmitirla en mi obra plástica. Mi intención ha sido, más bien, exaltar mi admiración por los personajes artísticos o políticos que he pintado.
Dora Ramírez donó los derechos de su obra “Gardel en Llamas” al Teatro Pablo Tobón Uribe, ubicado en la avenida La Playa e inaugurado el 2 de agosto de 1967, para ser utilizada como telón de boca.
El Teatro Pablo Tobón Uribe, símbolo de la cultura en la ciudad, que ha fomentado la difusión de las expresiones artísticas, requirió para pasar la obra al telón de 21 metros de largo por 9 metros de ancho, a la maestría de Libardo Ruíz, quien lo hizo gratuitamente, al igual que la empresa privada “Fabricato y Pintuco” que donó los materiales.
La realización del telón también implicó adicionar al cuadro original dos obras a cada lado que conforman un tríptico; en éstas se muestran las constelaciones que se ven en el cielo de Medellín y que aluden al carácter universal e intemporal de Gardel.
El 17 de septiembre de 2009 fue presentado en el “Salón Humboldt”, “Jardín Botánico”, en el marco de la “Fiesta del Libro” de Medellín, su libro “El vuelo del arte”, conteniendo su biografía y su obra, en la cual obviamente figura su “Homenaje a Gardel”.
A partir del día siguiente sus obras fueron expuestas durante un mes en la “Exposición Retrospectiva” del “Centro de Artes” de la Universidad EAFIT.
“Gardel en Llamas” u “Homenaje a Gardel”, no ha sido la única pintura de Dora Ramírez que se ha transformado en mural.
En la “Maratón Murales”, en la que los cuadros de varios artistas fueron reproducidos para realizar murales en parques y calles de la ciudad, bajo el marco del programa “Antioquia se pinta en Medellín, fue escogida su obra “Tango Tango”.
Nuevamente fue el muralista Libardo Ruiz el encargado de reproducir su cuadro, sin cobrar nada, porque Dora entendió “que se está difundiendo el arte y éste ennoblece y embellece la vida, es una buena manera de lograr la paz”.
En otra nota, Sergio Esteban Vélez se refiera a Dora Ramírez: A pesar de que ya es bisabuela, tiene energía y alientos de sobra. Baila tango todos los días y esta pasión dancística la ha llevado, en el último decenio, a representar al país en importantes auditorios de Sudamérica, España y los Estados Unidos.
Después de triunfar como pintora y ya cuando era considerada como una de las máximas mujeres del Arte Colombiano, se le dio por dejarse llevar por el encanto arrollador del tango, y, contrario a lo que algunos habrían podido esperar, se ha lucido en la realización de su nueva vocación.
Ella no se llama a sí misma pintora ni bailarina: se siente simplemente “artista” y tiene claro que, justamente, estar cerca del Arte, en cualquiera de sus representaciones, es su secreto de la “perenne vitalidad”, y “eternas ganas de vivir”, como señaló, en el pasado mes de mayo, su amiga Fanny Mikey, en el Teatro Pablo Tobón Uribe, luego de que Dora desarrollara una improvisación tanguística, en el marco de su espectáculo “Perfume de Arrabal y Tango”.
Usted se ha hecho famosa por su obra “Homenaje a Gardel”, que ha sido tomada como modelo para el telón de boca del Teatro Pablo Tobón Uribe, de Medellín. Ha sido invitada, por el Banco Interamericano de Desarrollo, a bailar tango, en los Estados Unidos.
Su yerno Manuel Mejía Vallejo escribió la novela “Aire de Tango”, llevada a escena por Dora Ramírez, su hija y sus nietas, que fue presentada en varios países.
(1) Se recomienda el sitio de Sergio Esteban Vélez en Internet, http://www.sergioestebanvelez.com/ el cual me ha servido de base para confeccionar la presente entrada.
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