domingo, 8 de agosto de 2010

ESCULTOR CURI GARCÍA – PROVINCIA DEL TUCUMÁN



Se inició en enero de 2008 realizando estatuillas de entre 15 y 25 centímetros de alto, de diversos personajes de dibujos animados, como Mickey y Minnie, el Pato Donald, los Muppets, Popeye, Mafalda, Mr. Magoo, Tom y Jerry, los Simpsons, Patoruzú y la Pantera Rosa, entre otros.


Progresivamente fue agregando personajes de la vida real, como la Madre Teresa de Calcuta, Einstein, Woody Allen, Bioy Casares, Salvador Dalí, los Beatles, Mercedes Sosa y Juan Domingo Perón, superando un total de 200 obras, en la cual no quedó ausente Carlos Gardel.

Su presentación y sus trabajos pueden apreciarse en su propio blog,
http://esculturasdecuri.blogspot.com/


PRESENTACIONES DE CARLOS GARDEL EN TUCUMÁN

Según Miguel Angel Morena, en su libro “Historia Artística de Carlos Gardel”, la única presentación del “Morocho” en Tucumán fue desde el 9 al 12 de mayo de 1919, con su entonces compañero José Razzano y el guitarrista José Ricardo, en el Salón Esmeralda.


El diario “La Gaceta” de Tucumán” publicó al respecto: El 9 de mayo de 1919, Gardel actuó en Tucumán, en un boliche, aunque muy pocos recuerdan este paso por la provincia. Durante cuatro noches la emoción desbordó el Salón Esmeralda, ubicado en Muñecas 284. Cada actuación estuvo precedida por la proyección de dos películas.

Sobre esas cuatro presentaciones de Gardel, Orlando del Greco en su obra “Carlos Gardel y los autores de sus canciones”, nos brinda el recuerdo de René Ruiz, quien junto a Alberto Hilarión Acuña, integrara el recordado binomio Ruiz-Acuña, considerado por la mayoría de los entendidos como el mejor dúo luego de Gardel-Razzano.


Transcribo lo escrito por Orlando del Greco: De capital importancia resulta reproducir lo que publicó el diario "Noticias Gráficas" a raíz de un reportaje que le hiciera: "Cuando yo tenía 17 o 18 años, me hice cuarenta leguas a caballo para conocerlo al zorzal" (Carlos Gardel).
La cosa fue así: "En 1918 siendo un jovencito compró un disco de Gardel-Razzano; era la tonada «La Madrugada». Llevó el disco al campo, donde vivía en una estancia de un tío, situada en Burruyacú. Al año siguiente leyó en un diario una noticia que lo sacudió. Le habló a su primo, un muchacho como él: -«¿Sabés qué dice el diario? Que viene el dúo Gardel-Razzano a Tucumán. Van a actuar en el cine 'Esmeralda'»

La decisión de los dos fue rápida: Había que ir a Tucumán. Entonces esto significaba sencillamente una larga galopada y por muy malos caminos. Pero ¿qué importaba? Y se largaron una madrugada antes de la salida del sol, llegando a la noche.
Se hicieron anunciar y salió a recibirlos el mismo Gardel quien con su afectuosidad desbordante de siempre los invitó a entrar, como si fueran viejos amigos: «Pasá hermano»
Cuando le dijeron que venían del límite de Tucumán con Santiago y le hicieron saber la distancia, el cantor les dijo admirado: —«¡Cuarenta leguas! ¿Y los yobacas, dónde están?»

Los caballos los habían dejado en casa del tío que tenía en la ciudad, una casa con una cochera enorme. Anduvieron con Gardel todo el tiempo y cuando el cantor se despidió, les dijo: —«Cuando vengan a Buenos Aires no dejen de visitarme». Y les dio la dirección de un café: Rivadavia y Rincón. «Allí me van a encontrar todas las noches».
Y lo encontraron, por cierto, cuando se trasplantaron a la capital. Cuando Gardel los vio acercarse a su mesa le gritó a Razzano: —«Ché, Oriental... ¿Sabés quiénes están acá? ¿Te acordás de los cosos aquellos de Tucumán?»

La amistad estaba hecha. Más tarde Gardel, que estimaba en Ruiz al intérprete y al autor de música nativa —componía con facilidad— le pidió algunas de sus composiciones para interpretar y grabar".(x) (Al que esto recopiló al visitarlo en su domicilio de Av. Santa Fe 2371, Depto. 2, de Capital Federal, dijo que el café era "El Tropezón" de Av. Callao).

Eximio guitarrista, Carlos Gardel lo quiso llevar a España una vez, para darles contramoquillo a los tocadores hispanos, y Cristino Tapia afirmó que en el arte nativo no tuvo rival como cantor.

Osvaldo Sosa Cordero en su libro, “Historia de las varietés en Buenos Aires - (1900-1925)”, supo recordar que Gardel lo admiraba como cantor y guitarrista y en reuniones de amigos, estando ambos con sus respectivos compañeros de dúo, sugirió formar dúo con él, luego de cantar juntos algunas canciones. El intento no prosperó, siguiendo cada uno con su propio compañero.


En la revista “El Canta Claro” del 19 de abril de 1929, se lee: “Después que se disgregó el insuperable dúo Gardel-Razzano, lo mejor que queda como dúo intérprete de nuestra sentimental musa popular es indiscutiblemente el exquisito Ruiz-Acuña”.

(x) Carlos Gardel le grabó a René Ruiz los siguientes tres temas, con música de Alberto Hilarión Acuña: El gato “Del infierno adelante” y la chacarera “La choyana”, ambos en 1925 y en dúo con José Razzano; y el gato “Mi suegra no me quiere”, como cantor solista en 1926, participando en las tres grabaciones las guitarras de José Ricardo y Guillermo Barbieri.
  

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