En dos de sus
sucursales, sitas en Avenida de Mayo 1389 esquina San José, y en Defensa 701 esquina
Chile, nos encontramos con el mural que encabeza la presente entrada.
Está basado en una
escena de la película “Cuesta Abajo”, el primer largometraje que Carlos Gardel
filmara en 1934 en los estudios “Paramount Pictures”, en Long Island, Nueva
York.
Al reproducir la
escena en el mural, ingeniosamente se colocó sobre la mesa como propaganda, una
pizza, y una botella de cerveza con sus respectivos vasos, queriendo dar el
efecto de que Carlos Gardel y Mona Maris, han solicitado un delivery del
negocio.
Vemos seguidamente
algunas fotos, tomadas de las publicadas en la página Web de la pizzería, http://www.lacontinental.com/, y en
Facebook, https://www.facebook.com/PizzeriaLaContinental,
donde puede apreciarse el tamaño y la ubicación del mural, y algunos cuadros con fotografías de Carlos Gardel.
Cerramos la presente
entrada con la nota titulada “Cuentos de gallegos”, publicada por Leila Guerriero,
el 17 de abril de 2005 en “La
Nación Revista ”.
Manuel Fajardo, con dolor y nada, hizo mucho. Es de
Pontevedra, Caldas de Rey, y vino cuando tenía 18 años, en 1947. Su padre,
Elisardo, republicano, había llegado a la Argentina en 1939. En 1940 vinieron su madre y
dos hermanos, pero él se quedó con los abuelos en Galicia, siete años más. Al
llegar a Buenos Aires, el niño ya era hombre.
–A los tres días de estar aquí, me empleé en el Ferrocarril
del Sur como peón de cocina. El cocinero me puso una bolsa de patatas de 40
kilos y me dijo: "Pélelas". Le pregunté: "Cuántas". Y me
contestó: "Pélelas todas".
Fue ascendido a camarero, se fue de su casa en 1950 y ese
mismo año compró con unos amigos, en Lanús Oeste, un despacho de bebidas
alcohólicas. En 1954 adquirió con su hermano Elisardo una pizzería en la
avenida del Trabajo. Fue mozo, taxista, amasó merengues, piononos, tuvo una
granja de conejos y aves, y en 1961 se casó con María Danza Rodríguez, mujer de
la que quedó viudo hace unos años y a la que conquistó con un ingenio de los
que ya no se usan.
–Estaba en la puerta de mi casa en Lanús, lustrando mi moto.
En el asiento del acompañante había puesto un cartelito con la leyenda “Libre”.
Y en ese momento llegó la que iba a ser mi mujer, y se echó a reír; entonces yo
le dije: "Si no le gusta puede hacer que le saque el cartel". Y ella
me dice: "Y cómo". Y yo le digo: "Ocupándolo".
Abrió, una tras otra, decenas de pizzerías y negocios, que
vendía para comprar algo más grande, mejor. En 1986 inauguró el primer local de
una pizzería que hoy tiene 22 sucursales: La Continental.
–Lo que más orgullo me da es que les he dado trabajo a más
de 700 argentinos –dice Manuel, que vive en su casona de Parque Centenario seis
meses al año y los otros seis los pasa en España–. El secreto es trabajo,
trabajo y más trabajo.
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