martes, 24 de noviembre de 2015

En el Museo Gardeliano Lisandro Segovia - Viedma - Provincia del Río Negro




Lisandro Segovia nació en Buenos Aires el 29 septiembre de 1939, falleciendo en Viedma el 5 de febrero de 2000, a la edad de 60 años.


Comenzó su colección gardeliana a temprana edad, al descubrir la voz del querido cantor en un fonógrafo de un bar de la ciudad de General Roca, cuando era lavacopas.


Ya adulto y tanguero, bohemio, de vida desordenada, afecto al escolazo, el hombre de la gorra, el del “Citroen” amarillo, empedernido fumador de fontanares 12, instaló un kiosco en la calle Tucumán en Viedma, al que denominó “Pares Tengo” basado en un caballo de carreras, donde exhibía cuadros de Gardel y diarios con noticias de la vida del máximo cantor.



Juntador, como él mismo se autodefinía, recorrió el país buscando y consiguiendo discos, fotos, notas periodísticas y documentos personales de “El Morocho”, logrando crear un verdadero museo gardeliano, que a partir de 1992 funcionó en la Biblioteca Mitre en las instalaciones del ex “Colegio San Francisco de Sales”, en la misma habitación que durmiera Ceferino Namuncurá.



Cuatro años más tarde, el 19 de diciembre de 1996, fue inaugurado oficialmente el “Museo Gardeliano” en dicho lugar, sito en la intersección de las calles Colón y Rivadavia, conocido como la “Manzana Histórica”.
 


Veamos seguidamente algunas fotos de aquellos tiempos.






El 23 de septiembre de 1999 se firmó el convenio de traspaso del “Museo Carlos Gardel” a la “Municipalidad de Viedma”, por donación de Lisandro Segovia y sus familiares.


Por ordenanza del “Consejo Deliberante de Viedma”, a partir del 22 de abril de 2000 quedó legalmente establecido el nombre definitivo del museo, como “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”.


Finalmente, en noviembre de 2013, el “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”, pasó a ocupar el espacio que desde 1926 estaba en desuso por haberse mudado la escuela “María Auxiliadora”, en la misma “Manzana Histórica”, en la plaza seca sobre la calle Rivadavia 58.










De algunas entrevistas que le efectuaran a Lisandro Segovia, quedó escrito su pensamiento sobre Carlos Gardel.


Y la finalidad que deseaba con su colección gardeliana, era que el museo estuviera a disposición de los chicos, para que las nuevas generaciones conocieran a Gardel.


De esta manera, alumnos de diversos grados y escuelas realizan visitas programadas al museo.


Recorriendo las instalaciones, recibiendo de parte de Laura Segovia, hija del fundador conocimientos sobre la vida y obra de Gardel.



Antes de retirarse, los alumnos dejan valiosos testimonios de su experiencia.


También visitan el “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”, alumnos de estudios secundarios y abuelos. Gardel es para todos.



En cuanto a la colección gardeliana, según el “Facebook” del “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”, está compuesta por la colección completa de su discografía (alrededor de 915 grabaciones), un millar de cuadros, cientos de libros, diarios de las décadas del 20 y del 30, fichas técnicas de las películas y de la discografía, victrolas y objetos de época.


El Diario “La Capital”, en un artículo del 22 de febrero de 2004, que hemos ido reproducido parcialmente, cuando el museo funcionaba en la “Biblioteca Mitre” los libros eran unos 500 y los cuadros cerca de 1600, detallando en los objetos de la época, prendas y un viejo sifón.

En fecha más reciente, el 24 de junio de 2015, Enrique Camino en el diario “Río Negro” eleva a 966 el número de grabaciones.


Dicho número de grabaciones, está conformada para la “Subsecretaría de Turismo” de Viedma, en 924 grabaciones distribuidas en 22 cajas con 42 temas en cada una, más otros 42 temas de 4 discos de larga duración.

Varios de los discos, libros, cuadros y demás objetos de la colección hemos podida verlas en las fotos precedentes, seleccionadas del “Facebook” del “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”.


Podemos ver seguidamente algunas más de las restantes.










Dejé para el final la siguiente foto original, publicada el 29 de abril y el 24 de junio de 2015, donada por un turista anónimo de la ciudad de Buenos Aires.


La foto permanecía inédita, no en cuanto al retrato conocido de Carlos Gardel, sino por el texto dedicado y autografiado a Julio Aparicio por “El Morocho”.


Se sabía de su existencia, merced a la ciclópea tarea realizada por Orlando del Greco plasmada en su libro “Carlos Gardel y los autores de sus canciones”.


Guitarrista, cantor y letrista, Julio Aparicio nació el 7 de enero de 1898 en Buenos Aires, donde falleciera el 17 de octubre de 1937, habiéndole grabado Gardel el tango “No llore viejita”, que con música de José Scarpino, lo llevara al disco el 28 de agosto de 1930 con el acompañamiento de las guitarras de Guillermo Barbieri, José María Aguilar y Angel Domingo Riverol.


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