Lisandro Segovia nació en Buenos Aires el 29 septiembre de
1939, falleciendo en Viedma el 5 de febrero de 2000, a la edad de 60 años.
Comenzó su colección gardeliana a temprana edad, al descubrir
la voz del querido cantor en un fonógrafo de un bar de la ciudad de General Roca,
cuando era lavacopas.
Ya adulto y tanguero, bohemio, de vida desordenada, afecto
al escolazo, el hombre de la gorra, el del “Citroen” amarillo, empedernido
fumador de fontanares 12, instaló un kiosco en la calle Tucumán en Viedma, al
que denominó “Pares Tengo” basado en un caballo de carreras, donde exhibía cuadros
de Gardel y diarios con noticias de la vida del máximo cantor.
Juntador, como él mismo se autodefinía, recorrió el país
buscando y consiguiendo discos, fotos, notas periodísticas y documentos
personales de “El Morocho”, logrando crear un verdadero museo gardeliano, que a
partir de 1992 funcionó en la Biblioteca Mitre en las instalaciones del ex
“Colegio San Francisco de Sales”, en la misma habitación que durmiera Ceferino
Namuncurá.
Cuatro años más tarde, el 19 de diciembre de 1996, fue
inaugurado oficialmente el “Museo Gardeliano” en dicho lugar, sito en la
intersección de las calles Colón y Rivadavia, conocido como la “Manzana
Histórica”.
Veamos seguidamente algunas fotos de aquellos tiempos.
El 23 de septiembre de 1999 se firmó el convenio de traspaso
del “Museo Carlos Gardel” a la “Municipalidad de Viedma”, por donación de
Lisandro Segovia y sus familiares.
Por ordenanza del “Consejo Deliberante de Viedma”, a partir
del 22 de abril de 2000 quedó legalmente establecido el nombre definitivo del
museo, como “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”.
Finalmente, en noviembre de 2013, el “Museo Gardeliano
Lisandro Segovia”, pasó a ocupar el espacio que desde 1926 estaba en desuso por
haberse mudado la escuela “María Auxiliadora”, en la misma “Manzana Histórica”,
en la plaza seca sobre la calle Rivadavia 58.
De algunas entrevistas que le efectuaran a Lisandro Segovia,
quedó escrito su pensamiento sobre Carlos Gardel.
Y la finalidad que deseaba con su colección gardeliana, era
que el museo estuviera a disposición de los chicos, para que las nuevas
generaciones conocieran a Gardel.
De esta manera, alumnos de diversos grados y escuelas
realizan visitas programadas al museo.
Recorriendo las instalaciones, recibiendo de parte de Laura
Segovia, hija del fundador conocimientos sobre la vida y obra de Gardel.
Antes de retirarse, los alumnos dejan valiosos testimonios
de su experiencia.
También visitan el “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”,
alumnos de estudios secundarios y abuelos. Gardel es para todos.
En cuanto a la colección gardeliana, según el “Facebook” del
“Museo Gardeliano Lisandro Segovia”, está compuesta por la colección completa
de su discografía (alrededor de 915 grabaciones), un millar de cuadros, cientos
de libros, diarios de las décadas del 20 y del 30, fichas técnicas de las
películas y de la discografía, victrolas y objetos de época.
El Diario “La Capital”, en un artículo del 22 de febrero de
2004, que hemos ido reproducido parcialmente, cuando el museo funcionaba en la
“Biblioteca Mitre” los libros eran unos 500 y los cuadros cerca de 1600,
detallando en los objetos de la época, prendas y un viejo sifón.
En fecha más reciente, el 24 de junio de 2015, Enrique
Camino en el diario “Río Negro” eleva a 966 el número de grabaciones.
Dicho número de grabaciones, está conformada para la
“Subsecretaría de Turismo” de Viedma, en 924 grabaciones distribuidas en 22
cajas con 42 temas en cada una, más otros 42 temas de 4 discos de larga
duración.
Varios de los discos, libros, cuadros y demás objetos de la
colección hemos podida verlas en las fotos precedentes, seleccionadas del
“Facebook” del “Museo Gardeliano Lisandro Segovia”.
Podemos ver seguidamente algunas más de las restantes.
Dejé para el final la siguiente foto original, publicada el
29 de abril y el 24 de junio de 2015, donada por un turista anónimo de la
ciudad de Buenos Aires.
La foto permanecía inédita, no en cuanto al retrato conocido
de Carlos Gardel, sino por el texto dedicado y autografiado a Julio Aparicio
por “El Morocho”.
Se sabía de su existencia, merced a la ciclópea tarea
realizada por Orlando del Greco plasmada en su libro “Carlos Gardel y los
autores de sus canciones”.
Guitarrista, cantor y letrista, Julio Aparicio nació el 7 de
enero de 1898 en Buenos Aires, donde falleciera el 17 de octubre de 1937,
habiéndole grabado Gardel el tango “No llore viejita”, que con música de José
Scarpino, lo llevara al disco el 28 de agosto de 1930 con el acompañamiento de
las guitarras de Guillermo Barbieri, José María Aguilar y Angel Domingo
Riverol.
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